“No es un problema exclusivo del Ecuador, es un problema del mundo, pues a lo largo de gran parte del planeta crecen los mismos fenómenos: tráfico de drogas y armas, trata de personas, migración forzosa y minería ilegal”, manifestó el gobernante.

En ese sentido, Lasso resaltó la incautación de 500 toneladas de drogas como uno de los logros de su administración y justificó la escalada de violencia en su país con las acciones para frenar el narcotráfico, aunque los ciudadanos le exigen acciones concretas para frenar la inseguridad.

Asimismo, el jefe del Ejecutivo ecuatoriano mencionó el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien denunció las operaciones del crimen organizado y sus nexos con las mafias políticas, como ejemplo del alcance de las bandas en el país sudamericano.

Es vital para la futura supervivencia de los Estados que produzcamos mecanismos duraderos, contundentes y eficaces para acabar con las organizaciones criminales y aquellos que las solapan o auspician, aseveró.

En su última intervención en Naciones Unidas antes de ceder su mandato al ganador de las elecciones del 15 de octubre, Lasso también solicitó a la comunidad internacional cooperación para que su país haga frente al venidero fenómeno El Niño y a los migrantes que llegan al país, en particular los venezolanos.

Sin hacer énfasis en los miles de ecuatorianos que abandonan su tierra natal ante la inseguridad y la falta de oportunidades, el jefe de Estado apuntó: “somos país de origen, de destino, de tránsito, de retorno e incluso de refugio”.

Asimismo, se refirió a la reducción de la desnutrición crónica infantil en un 3,5 por ciento, lo cual considera un hito de su gobierno, y al polémico canje de deuda por mil 630 millones para proteger las Islas Galápagos.

En cuanto al escenario internacional arremetió contra Rusia por su operación militar en Ucrania, una postura planteada más temprano en el Consejo de Seguridad de la ONU, espacio del cual Ecuador es miembro no permanente durante el periodo 2023-2024.