"Vamos a seguir, hasta el último día de Gobierno, luchando contra los grupos criminales que generan violencia dentro y fuera de las cárceles", afirmó el mandatario en sus redes sociales.

Este operativo se lleva a cabo después de que el Ejecutivo extendiera por 30 días adicionales el estado de excepción que se decretó el 25 de julio por 60 días en el sistema penitenciario del país, que abarca 35 prisiones y ha registrado más de 400 reclusos asesinados desde 2020.

Este decreto permite que las Fuerzas Armadas brinden apoyo a la Policía Nacional para realizar intervenciones dentro de los centros penitenciarios. Durante los primeros dos meses del estado de excepción, se han llevado a cabo una decena de intervenciones en las cárceles ecuatorianas con el objetivo de desarticular a las bandas criminales que controlan los recintos penitenciarios.

Estas operaciones han resultado en el decomiso de armas de alto calibre como fusiles y lanzagranadas, además de pistolas, revólveres, granadas, explosivos y decenas de miles de balas de diferentes calibres. También se han confiscado cientos de armas blancas y decenas de kilos de drogas en dichas operaciones de requisas.