Lasso deja el país en ruinas: advierten que el Noboa podría tener problemas para pagar los décimos en diciembre
El nuevo presidente de la República, Daniel Noboa, cuando asuma el poder el próximo 1 de diciembre de 2023, tendrá por delante pagar las cuentas del último mes del año. Este mes normalmente es uno de los más complejos porque el pago de sueldos casi se duplica, debido a los décimos, y además se acumulan obligaciones pendientes de los 11 meses previos.
Para este lunes 6 de noviembre de 2023, se ha anunciado que Noboa tendrá reuniones con organismos multilaterales para analizar la situación fiscal y las posibilidades de financiamiento para Ecuador.
Hasta el momento, no se sabe quién será el ministro de Economía del nuevo Gobierno; pero en los últimos días se han despertado los rumores de que Noboa no tendría dinero suficiente para cubrir ni los décimos del sector público.
Para aclarar este tema, a continuación se detallan las claves sobre los ingresos y gastos que el nuevo mandatario, junto a su ministro de Economía, tendrán que enfrentar en su primer mes en el poder:
1.- Uno de los gastos más importantes que deberá asumir es la nómina pública. Entre enero y septiembre de 2023, en promedio, se pagó $772 millones mensuales a los burócratas.
Eso representó un aumento del 7% con respecto al promedio de $721 millones mensuales que se pagaron entre enero y septiembre de 2022.
El año pasado, con este promedio de $721 millones, el pago en diciembre (sumados los décimos) llegó a $1.216 millones.
Si se mantiene la tendencia en 2023, Noboa tendrá que pagar un 7% más en diciembre de 2023, es decir, alrededor de $1.301 millones.
.- Normalmente, el pago de sueldos en diciembre se cubre con lo recaudado en impuestos (SRI) más una parte de otros ingresos.
Así, en 2022, se recaudó $1.154,9 millones en impuestos durante diciembre. Esto no alcanzó para cubrir los $1.216 millones de nómina estatal, por lo que los $61 millones restantes salieron de otros ingresos.
Para diciembre de 2023, si se sigue la tendencia de todo el año, se podría tener una recaudación 4% menor, es decir, de alrededor de $1.106,16 millones. Esto tampoco alcanzará para cubrir todo el valor de los sueldos, por lo que $194,84 millones tendrán que salir de otros ingresos.
Eso significa que el pago de los salarios está garantizado pero, con menores ingresos y un mayor monto de gasto, el resultado es que quedarán recursos más limitados para cubrir otras obligaciones.
3.- Tomando como punto de partida lo ocurrido en diciembre de 2022, el presidente Noboa necesitará un poco más de $2.000 millones más para cubrir varios gastos por fuera de los salarios durante diciembre.
Así, están $350 millones en compras públicas; $520 millones en transferencias corrientes (sobre todo IESS y bonos sociales); $170 millones de intereses de deuda interna y externa; y al menos $990 millones para transferencias a gobiernos locales, entre otros.
Todo esto sin tomar en cuenta gastos imprevistos por el fenómeno de El Niño o la crisis eléctrica.
Como contraparte, por petróleo y otras fuentes de ingresos, se podrían tener $570 millones adicionales, luego del pago de sueldos.
Esto alcanzará para pagar una parte de las obligaciones del mes de diciembre y quedarán alrededor de $1.500 millones de hueco fiscal o de déficit solo del último mes de 2023
Ese faltante solo puede solventarse de dos formas. Con nuevo endeudamiento interno o externo; o convirtiéndose en atrasos, es decir, en cuentas pendientes de pago pasan a ser deuda al inicio de 2024.
4.- Ya entre enero y septiembre de 2023, según el Observatorio de la Política Fiscal y la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), el déficit fiscal, o el gasto que no se pudo cubrir con ingresos durante los primeros 9 meses del año, sumó $3.172 millones.
Como Ecuador es uno de los países más riesgosos de América Latina, no se pueden levantar deuda vía emisión de bonos en los mercados internacionales
Las únicas opciones que quedan son créditos de organismos multilaterales y deuda interna con ayuda del IESS y los bancos privados.
En términos realistas, hasta diciembre de 2023, se podrá cubrir con deuda solo una parte del déficit y se convertirán en atrasos más de $2.000 millones.
Esto en términos prácticos, cuando Noboa sea presidente en diciembre, significa que se pagará menos de lo presupuestado a gobiernos locales, IEES y proveedores.
Ya a inicios de noviembre de este año, antes del inicio del feriado de difuntos e independencia de Cuenca, desde la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) se denunció un recorte de casi el 7% en sus asignaciones; mientras el Consorcio de Gobierno Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope) también salió a reclamar por atrasos en las transferencias estatales.
En conclusión, más que los sueldos públicos, lo que está en riesgo de pago son los valores a municipios y prefecturas, IESS y proveedores durante un mes de diciembre de 2023 con un nuevo Gobierno y cuentas estatales en rojo.
5.- Un «salvavidas» para el final de año podría ser la venta anticipada de petróleo, la cual fue anunciada recientemente por Petroecuador.
A cambio de comprometer el 60% de la oferta exportable de diciembre de 2023 a marzo de 2024, las actuales autoridades de la petrolera estatal quieren firmar contratos de última hora para recibir anticipadamente $1.200 millones.
Si resulta esta operación, se tendría mayor liquidez para el cierre de este año; pero a costa de complicar las finanzas públicas del inicio de 2024.
Los ingresos extraordinarios de la venta anticipada, en este sentido, taparían un hueco inmediato y darían más espacio de gasto a finales de 2023; pero a costa de poner en aprietos al Presupuesto General del Estado (PGE) para 2024 que Noboa deberá establecer a marchas forzadas desde el minuto uno de su Gobierno. (JS)