No se quieren ni entre ellos: la interna entre Daniel Noboa y la vicepresidenta Abad complica la campaña
La relación política entre el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y su vicepresidenta, Verónica Abad, ha sido excepcionalmente breve y problemática. Esta situación es inusual en un país donde la figura del vicepresidente solía ser crucial debido a la historia de sucesión presidencial.
En Ecuador, durante una década, los vicepresidentes asumieron la presidencia en cuatro ocasiones debido a golpes de Estado que destituyeron a los presidentes electos. Sin embargo, en 1997, cuando Abdalá Bucaram fue derrocado y su vicepresidenta Rosalía Arteaga estaba lista para asumir el cargo, el Congreso impidió su ascenso, cambiando al presidente por el presidente del Legislativo.
Solidaridad con Andrea Arrobo, con Gabriela Goldbaum, con Verónica Abad y con todas las perseguidas políticas de un sociópata jugando a ser presidente. https://t.co/TDR4qShB8x
— María Cecilia Herrera 💜💚 (@Mceherrera) May 11, 2024
La historia política de Ecuador llevó a los candidatos presidenciales a elegir a sus binomios con cautela, pero en 2023, una maniobra del expresidente Guillermo Lasso provocó la muerte cruzada, disolviendo la Asamblea y el Ejecutivo y convocando a nuevas elecciones en tres meses. En este contexto, Daniel Noboa eligió a Verónica Abad como su vicepresidenta, formando un binomio inesperado que rápidamente se separaría.
Noboa rompió con el patrón tradicional de asignar tareas específicas al vicepresidente, enviando a Abad a Israel como embajadora para mediar en el conflicto en Gaza. Sin embargo, tras la detención de su hijo por un supuesto delito de tráfico de influencias en la Vicepresidencia, Abad enfrenta presiones para renunciar.
A pesar de las tensiones y presiones políticas, Abad se mantiene en su cargo, mientras se barajan opciones como un juicio político en su contra. Sin embargo, las opciones del presidente para reemplazarla son limitadas, y el destino de la vicepresidenta sigue siendo incierto.