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Inseguridad y crimen organizado

VIDEO | Candidatos presidenciales evitan actos de campaña por miedo a la violencia y posibles escraches

El miedo llegó a las elecciones y los candidatos se limitan a las campañas virtuales. ¿Cómo pretenden cuidarnos así?

La creciente violencia en el país ha llevado a los candidatos a limitar sus actividades públicas y repensar sus estrategias de campaña.

Ataques armados contra familiares de aspirantes, atentados contra candidatos a la Asamblea, el asesinato de un alcalde y el secuestro de una legisladora han sembrado el temor en el proceso electoral. La sombra del crimen organizado amenaza con desvirtuar la contienda democrática.

El brutal asesinato de Fernando Villavicencio en 2023, ocurrido tras un mitin político, sigue latente en la memoria colectiva, generando una ola de incertidumbre en la actual campaña. Desde entonces, los aspirantes a cargos públicos han adoptado un perfil bajo, evitando las tradicionales caminatas y concentraciones masivas.

Uno de los incidentes más recientes tuvo como víctima a Diego Jairala, hijo del excongresista Jimmy Jairala, quien sufrió un ataque a balazos en Guayaquil. A pesar de las rápidas declaraciones oficiales que intentaron catalogarlo como un simple robo, la familia insiste en que se trató de un atentado. "No se llevaron nada, no intentaron secuestrar a nadie", declaró indignado Jairala, exigiendo una investigación profunda.

La violencia también alcanzó a Joselito Arguello, candidato a la Asamblea por el Partido Socialista, quien fue atacado junto a su padre tras un encuentro con la comunidad. Este evento desató la preocupación en su partido, y su candidato presidencial, Daniel Granja, expresó dudas sobre continuar en la contienda electoral.

El asesinato del alcalde de Arenillas, Eber Ponce, y el secuestro de la legisladora Yadira Bayas han puesto a los candidatos en alerta, quienes optan por refugiarse en redes sociales y reducir sus apariciones en público al mínimo.

La creciente inseguridad obligó al gobierno a reforzar la seguridad de los postulantes, con anillos de protección, chalecos antibalas y vehículos blindados.

La policía ecuatoriana asignó 142 agentes especializados para resguardar a los candidatos presidenciales, pero los postulantes insisten en que no es suficiente.

"Hoy la campaña se hace más en internet que en las calles", admite uno de ellos, quien lamenta que tiempos pasados, donde podía recorrer los barrios sin miedo, ya no existen.

El miedo también se traduce en un nuevo fenómeno: los llamados "peajes" que imponen las pandillas en barrios bajo su control, cobrando a los candidatos por garantizar su seguridad en el territorio.

"Intentamos entrar a Socio Vivienda, pero solo pudimos con escolta de la banda", confiesa Jairala, reflejando cómo la criminalidad ha tomado el proceso electoral.

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