Pero lo cierto es que, tras una maratónica reunión de ocho horas, los 211 delegados de las nacionalidades amazónicas decidieron tirar por la borda la posición inicial del movimiento Pachakutik y su líder, Leonidas Iza, quien había rechazado cualquier apoyo a Noboa.

La excusa oficial es que Confeniae no busca “espacios políticos”, sino soluciones para la crisis en la Amazonía, incluyendo justicia indígena, educación y economía. Sin embargo, el mensaje es claro: el pragmatismo electoral se impone cuando hay promesas de por medio.

Por si fuera poco, los dirigentes amazónicos también descartaron el voto nulo, argumentando que sería “ser cómplices” del destino incierto del país. En otras palabras, mejor subirse al barco de Noboa antes de quedarse sin asiento en la mesa del poder.

Mientras tanto, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) todavía no ha definido su postura oficial. El 8 de marzo, en Quito, se realizará una asamblea ampliada donde se decidirá si siguen el mismo camino de Confeniae o si mantienen su rechazo a Noboa.

¿Habrá más cambios de camiseta? Con la política nacional, cualquier cosa es posible.